La terapia individual o psicoterapia asiste a la persona en un proceso de comprensión de sus dificultades en el desempeño de su vida, a tres niveles: mental, emocional y corporal.
Trabajamos bajo la premisa de que la persona no es consciente o ha perdido contacto con su experiencia cognitiva-emocional-comportamental, y que el “darse cuenta” de ello reactiva un proceso en que, con el debido acompañamiento, la persona encuentra la manera de dar solución a sus necesidades más profundas sin necesidad de conflictuarse con su entorno.
La psicoterapia es un proceso que promueve una estructura interna, sentida como fuerza, autocompasión, dignidad y coherencia. Un proceso en que surge una auténtica fidelidad con uno mismo, un acompañarse en el aprendizaje de la vida, un “yo soy así, y esto que soy está bien para mí”.
La gama del malestar humano adquiere muchas formas, bajo las cuales apenas nos percatamos de los síntomas más comunes: ansiedad y depresión. Todos los trastornos psicológicos son la expresión de la desconexión de la persona con sus propios recursos y un intento fallido de solucionar su malestar. Sin olvidar que nuestro problema no está al margen del contexto familiar, social o laboral, y que en parte, estar enfermo es una respuesta natural a un contexto desnaturalizado.
